Las Asociaciones de daimieleñ@s residentes en Madrid y Valencia no somos sucursal ni sucedáneos, somos hijos de Daimiel con derechos
y deberes y lo proclamamos a gran orgullo y satisfacción. Nuestras Asociaciones, con autonomía propia con Estatutos y reconocimientos legales oficiales, Eclesiásticos y Civiles en nuestro lugar de residencia, con personalidad y sin depender de nadie aunque sí muy unidos e identificados con todo lo nuestro y los nuestros de Daimiel, procuran dar un testimonio de hermandad y patria chica, ajustándonos a nuestras circunstancias y posibilidades, siempre en las mejores disposiciones y buena voluntad y así se nos debe interpretar.
No salimos en huida si no en búsqueda, no renunciamos a lo nuestro, vamos sembrando con fé, esfuerzo y alegría; el pueblo de Daimiel en la cima de nuestras vidas como testimonio de fieles hijos. Hijos de Daimiel y como a modelo de ejemplo el llmo. Sr. D. Antonio Astillero Bastante, Vicario Episcopal en Madrid y antes destacado Párroco de la de Ntra. Sra. de las Delicias, que con sus obras y sus cargos dan prestigio y enaltecen a nuestro pueblo y con él otros que donde quiera que están van haciendo auténtico daimieleñismo en sentido positivo y constructivo, siendo portavoces eficaces de su cariño a la Virgen de las Cruces y a Daimiel con sus vidas de entrega apostólica y misionera, con sus vidas profesionales, política y moral que son ejemplo y admiración de cuantos les contemplan y que sin espera de recompensas, ni honores ni nada por el estilo actúan con generosidad dando sin recibir.
Nuestras Asociaciones y ausentes por doquier, alargan a su pueblo y procuran darle sin medida, según sus fuerzas y posibilidades, nos sentimos orgullosos de donde procedemos, así no traicionamos y somos buenos y fieles hijos. Como final de estas líneas transcribo fielmente unos párrafos del pregón pronunciado magistralmente en nuestras pasadas fiestas de mayo por nuestro querido paisano D. Tarsicio González Molina, Presidente de la Asociación de Daimileleñ@s en Valencia, por considerarlos de trascendencia e importancia y para conocimiento de quien corresponda, decía así:
«…Todos ellos, con su esfuerzo supieron hacer un pueblo que aún hoy llena de orgullo a los nacidos en él. A nosotros nos corresponde contribuir a que esta comunidad de hombres y de intereses, permanezca y se desarrolle. Para eso debemos sentirnos hermanados y unidos. Por éso y para éso, han nacido nuestras respectivas Asociaciones, para que todos tomemos conciencia de ello. Y yo creo que lo estamos consiguiendo. Daimiel es más Daimiel porque ha salido de sus límites territoriales y cuenta ya con una presencia activa aquí en Madrid, desde hace más de treinta años, y en Valencia desde tiempos más recientes. Consciente de que nuestro afán en este sentido de hermanar a todos los daimieleñ@s de la diáspora, es una empresa noble, yo, Pregonero de vuestras fiestas, os exhorto a mantener este espíritu siempre, sin desfallecimientos, sin esperar más recompensa que la satisfacción interior que proporciona lo que Eugenio D’Ors llamaba «la obra bien hecha».
Una vez hecha afirmación de nuestro compromiso de HERMANDAD, quiero PROCLAMAR aquí la SOLIDARIDAD necesaria para que nuestro compromiso no se convierta en flor de un día, ni en ilusión que se llevó el viento una vez que hayan pasado estas fechas de celebración. Es necesario que sepamos coordinar nuestros esfuerzos y nuestras acciones de forma solidaria para que podamos hacernos presentes en Daimiel, puesto que somos Daimiel emigrante. Que en nuestro pueblo se sepa de nuestra presencia, de nuestras actividades, que nos consideren como algo suyo que en verdad somos. La Asociación de Daimieleñ@s Residentes en Madrid y la de Valencia, tenemos que interpretar un papel protagonista en la vida de Daimiel.
En sus Instituciones, en sus entidades culturales, en su vida municipal, en sus inquietudes artísticas, fomentando, amparando y difundiendo todo lo daimieleño en nuestros lugares de residencia y en nuestros círculos de influencia. Y el pueblo de Daimiel, tiene la obligación de ayudarnos, de protegernos, de acoger con cariño nuestras iniciativas. Y así se lo hemos de hacer saber. Sólo así podremos ofrecer a los que nos conocen, a los que están cerca de nosotros, la imagen de un pueblo unido y solidario. ¡¡Porque queremos seguir siendo daimieleñ@s, considerados y actuando como tales!! Y en virtud de esta SOLIDARIDAD predicada y PROCLAMADA, reclamamos nuestros derechos como tales y nos obligamos con nuestros deberes ineludibles. Tomen nota de este compromiso, las instituciones y entidades de Daimiel, políticas, religiosas, económicas y culturales.
No podemos seguir viviendo aislados los unos de los otros.No somos eslabones separados de un mismo metal. Somos y seremos eslabones fuertemente entrelazados y unidos de una realidad social y humana que deseamos fuerte y solidaria: La comunidad daimieleña que formamos los presentes y los ausentes; los muertos y los vivos; los de antes y los de ahora, los que siempre han sentido y vivido Daimiel.
Para mantener esta HERMANDAD SOLIDARIA que hemos reclamado, es necesario PROCLAMAR y hacer gala de la FORTALEZA Y RECIEDUMBRE DE ESPÍRITU que durante generaciones y generaciones de daimieleñ@s ha ido configurando la personalidad daimieleña. La misma FORTALEZA y RECIEDUMBRE de aquellos viejos repobladores de los que hemos hablado antes, y que apenas liberadas nuestras tierras de la pesadilla de la ocupación, labraron las viejas tierras hasta entonces escenario de batallas, cansadas de guerras y de combates, y que con los primeros surcos, hicieron brotar las primeras cosechas que han dado y dan, esperanza de vida a nuestro pueblo».Sobran argumentos y nos esforzaremos, por nuestra parte, de cumplir lo que se dice.
¡FELICES FIESTAS Y FERIA!
Manuel Martín de Bernardo
Presidente Ejecutivo de la
Asociación de Daimieleños
en Madrid.
FUENTE: Revista de las Feria y Fiestas de Daimiel año 1986
fiestasdaimiel.wordpress.com 